• El instrumental rotatorio es de uso único en cada paciente y se esteriliza en autoclave.
• Uso de implementos desechables tales como eyectores de saliva, agujas de anestesia, toallas durante a la atención y para secado de manos tanto de pacientes como de personal sanitario.
• Uso de pecheras individuales por paciente y por sesión clínica, las cuales se lavan con clorogel.
• El instrumental no descartable es tratado de la siguiente manera:
  • • Se clasifican los desechos de atención de acuerdo a las instrucciones del SEREMI de salud.
    • Los materiales cortopunzantes se descartan de acuerdo a la normativa sanitaria vigente.
• Lavado con jabón enzimático, enjuague, secado, empacado en bolsas apropiadas para autoclave.
• Colocación del instrumental en la canasta del autoclave para su esterilización a 121 ᵒC, con 121 libras de presión por 25 minutos.
• Uso de elementos de protección personal tales como mascarillas N-95, trajes antifluido, y prendas desechables, guantes, mascara facial.
• Elementos para control de aerosoles: mesa aislante, succión de alta potencia, limpieza del aire por rayos ultravioleta y ventilación.
• Desinfección de piezas de mano, con jabón enzimático, purgado, y amonio cuaternario mezclado con alcohol.

Recordar que el coronavirus de la actual pandemia no es el único microbio que puede afectar la salud de las personas. Siempre han existido las posibilidades de contagio por VIH, herpes, tuberculosis, y muchas otras infecciones bacterianas y virales más, solo por citar las más conocidas.

De modo que siempre a través de los tiempos las atenciones en salud han exigido seguir protocolos de bioseguridad para evitar las infecciones cruzadas entre personal sanitario a sus pacientes y viceversa o entre los pacientes que acuden a un centro de atención en salud.

La actual pandemia ha obligado a tomar medidas adicionales, pero no significa que es la primera vez que se implementan estos cuidados o es la única infección que puede transmitirse durante una atención en salud.